Mi camino hacia el coaching para terapeutas holísticos

Hace algunos años, mi vida parecía estar en equilibrio: tenía una hija, salud, trabajo y amigos. Sin embargo, sentía un vacío profundo que no podía llenar. A pesar de tener todo lo que muchos considerarían esencial, había momentos en los que me sentía sola, como si algo me faltara. Este vacío no provenía de la falta de personas a mi alrededor, sino de una desconexión con mi propósito y con lo que realmente quería hacer. Sentía que, a pesar de tenerlo todo, la falta de pareja me dejaba una sensación constante de incompletitud. 

Fue en un momento de presión extrema, causado por un acoso laboral, cuando decidí probar las sesiones de Reiki. Como bióloga, era escéptica, pero para mi sorpresa, encontré una paz interior que nunca antes había experimentado.

Este primer paso me llevó a formarme como maestra de Reiki y a profundizar en la Programación Neurolingüística (PNL), herramientas que me ayudaron a transformar mis creencias limitantes y a superar miedos que me frenaban. Gracias a estas prácticas, comencé a cambiar mi mentalidad y, con ello, mi realidad.

Sin embargo, había algo más que me llamaba: el deseo de ayudar a otros a superar sus propios bloqueos y a descubrir su potencial. Así fue como decidí adentrarme en el mundo del coaching. Mi propósito es acompañar a terapeutas holísticos como tú a potenciar su negocio, a ganar confianza y a construir una práctica que no solo sea satisfactoria, sino también rentable.

Hoy, como Coach de Vida y para Terapeutas Holísticos, me apasiona ayudar a profesionales del bienestar a superar el miedo a la escasez, el síndrome del impostor y las dudas sobre su capacidad para vivir de lo que hacen. Mi objetivo es guiarte para que puedas atraer más clientes, organizar tu negocio de forma eficiente y sentirte plenamente realizada.

Si eres terapeuta holístico y deseas dar el siguiente paso en tu carrera, estoy aquí para ayudarte a desbloquear tu potencial y construir un negocio próspero y alineado con tu propósito.

¡Vamos a hacerlo juntas!
Con cariño y dedicación,
Susana